Hugo Avendano

Escritor advenedizo, lector de tiempo discontinuo; futbolista y corredor de afición pero educador de tiempo completo por vocación. Con la firme intención de completar algún día un maratón. Consumidor y exigente del buen café. Gozoso de disfrutar de las simplezas de la vida. Tecnólogo autodidácta. Fan del Cruz Azul en México, del Barcelona en España y del Manchester United en Inglaterra. Integrante del Club de Corredores Nike+.

Me apasiona crear, innovar y transformar.

Amo a México

Upstart writer, reader time discontinuous . hobby player andrunner but full-time educator by vocation. With the firmintention of completing a marathon someday. Demandingconsumer and good coffee. Joyful to enjoy the simplicitiesof life. Joyful to enjoy the simplicities of life. Technologist autodidact. Cruz Azul and Pachuca Fan in Mexico. Barcelona in Spain. Member Runners Club Global Nike +

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I love Mexico

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martes, 1 de mayo de 2012

Que hay de diferente en México



Por Pedro Ferriz de Con.

1. Es otra sociedad. Jóvenes de menor mansedumbre a la generación que me tocó vivir.

2. Existe una comunicación que nos interrelaciona de manera casi inmediata. Queriendo o no, se ha hecho una “virtual red de brigadistas por México”. Gente que no deja de señalar lo denunciable.

3. Empiezo a ver en el mundo de la política, la tímida incursión de gente decente. Poca, pero selecta. Mañana: o se harán igual de pillos o acabarán dominando el proceder de las pandillas.

4. Hay cada día un mayor número de personas preparadas. Parámetros de capacidad para mandos dirigentes que tienen clara, una hoja de ruta hacia el desarrollo.

5. Cada día que pasa se nos presenta con mayor claridad, una forma más digna de vivir.

6. Resultamos menos tolerantes a la injusticia. Los mexicanos de hoy estamos más capacitados para protestar por aquello que no consideramos justo.

7. Avanzamos hacia un país más sofisticado. Nos enorgullece el linaje que nos envuelve y lo lucimos a los demás. Antes lo que era un simple plato con tres sopes, puede convertirse en obra de arte.

8. Ya no somos un pueblo que se deja engañar fácilmente. Para un sector cada vez más grande, el amago al engaño resulta ofensivo.

9. Hemos aprendido a vivir con la verdad, habiendo asimilado a la mentira, como el recurso de aquellos que siguen obstinados en la oscuridad.

10. Ya entendemos cómo se ata pretensión con trabajo. Queda descontado que no hay boletos gratis al paraíso. Pero no sólo es la vía al mérito de un esfuerzo, sino la liga que vincule al desempeño con el resultado. Está desapareciendo la “Cultura de la Víctima” para que renazca otra que tenga como destino a la responsabilidad.

Lo quiero decir muy claro. Los mexicanos nos hemos pasado una eternidad, insertados en el terreno de la queja. Si nos roban, entonces somos víctimas. Si nos engañan, luego nos ofende la mentira. Si nos manipulan con posturas falsas, somos clarines de su estrategia. Si abusan una y mil veces... una y mil veces caeríamos en el engaño.

Todo esto apuntaba a una sociedad sin conciencia. No son ellos —los que tripulan el barco— los responsables de este histórico abuso. Somos los que votamos. Solapamos, criticamos, para olvidar... para repetir la historia. No hay duda. Los únicos responsables de este largo y demencial pasaje por el que transita México somos tú y yo. ¿Conoces a alguien más?

¿Qué podrá evitar un nuevo aborto, luego del parto de las elecciones? ¿Cómo cambiar el curso del sinsentido? He de decir que están dadas las condiciones para cambiar el derrotero de nuestra historia.

Si el PRI piensa que va a llegar a robar, como lo ha hecho siempre. Les aviso, roerán un hueso que les tumbará los dientes. Si los panistas creen que se volverán a ceñir la corona de la impunidad ¡ojo! Ya no les queda su disfraz de cordero inofensivo. A esa izquierda trasnochada que profesa con los pobres para adueñarse del país, sepan que nos da risa su falsa “república amorosa”.

A los chiquitos, entiendan de una vez que no son la voz de otra cosa que “sus” minorías. Las de la familia de Elba Esther, el mequetrefe del Niño Verde, el oportunista de Alberto Anaya y el de Dante Delgado y su supuesto proyecto de país... No hay otra cosa ahí representada.

Llegará el primero de julio y México escogerá al menos malo, al más “carismático” o al loco converso. Pero a la cita, no sé si en mayoría, también arribará una sociedad moderna. Mexicanos de un nuevo siglo que intentarán por todas formas posibles, el ya no repetir la historia.

domingo, 11 de marzo de 2012

Twitter no es un megáfono



La red social es una herramienta democrática, horizontal, que requiere una alta tasa de participación para que funcione
Eduardo Portas
Ciudad de México, México (4 marzo 2012).- 00:00 AM
Por primera vez en la historia de los medios de comunicación, un político puede prescindir de la prensa para difundir un mensaje.

Una tecnología, no un cambio en la mentalidad de los ciudadanos que viven en las democracias modernas, ha sido el catalizador de este cambio paradigmático: Twitter.

Si el político buscaba una razón para entrar a esa red social, ahí la tiene. Su relevancia como actor en sociedad ahora depende de su capacidad para comunicar un mensaje en 140 caracteres, entablar un diálogo horizontal con la gente que gobierna –o intenta gobernar– y convencer a las masas de que puede conectar con el ciudadano a través de una pantalla.

El paradigma ha cambiado. El perfil del político dado de alta en Twitter contiene todas las posibilidades y al mismo tiempo todos los peligros para sacar el mayor provecho de esta herramienta conversacional.

Su mensaje ya no está limitado a un spot de radio o televisión, un mitin que requiere la presencia física de sus seguidores o una nota que ha pasado por la subjetividad de un reportero, los prejuicios de un editor y el ánimo del día de un director de sección. No. Ahora su mensaje puede ser personalizado para cada una de las personas que estén dispuestas a dialogar con él desde la comodidad de su casa o a través de un dispositivo móvil, cuando el vendaval de actividad de las ciudades modernas así lo dicta.

Los votos están ahí. Entender Twitter como una herramienta de la escuela clásica de la Comunicación, en donde un emisor bombardea con su mensaje a miles de receptores, implica la pérdida de una oportunidad inmensa para un político en busca del lado bueno de sus electores en potencia.

Algunos autores, como Kate Crawford, postulan que Twitter debe ser visto como el nuevo radio. El usuario de esta red social entra conscientemente a su línea de tiempo y comienza a observar decenas de moléculas de información, las cuales se convierten en "ruido de fondo". Su atención sólo se despierta cuando identifica algo de su estrecho panorama de intereses o cuando recibe una comunicación directa a través de una mención o un mensaje directo. Ahí, el político mexicano tiene una enorme área de oportunidad. ¿Por qué?

Twitter es una herramienta conversacional que funciona mejor cuando se usa con personas en nuestra cercanía geográfica. Hasta ahora, muy pocos políticos mexicanos han entendido esa lógica obvia para los usuarios más jóvenes de esta red social. Aunque no hay una estadística oficial de la edad promedio de los usuarios mexicanos de Twitter, es válido incluirlos en el 40 por ciento de los usuarios nacionales de internet que tienen entre 18 y 34 años según la Asociación Mexicana de Internet.

Los jóvenes buscan reconocimiento ante sus pares. En este caso, el estatus llega con el mayor número de potenciales conversaciones que puede realizar en cualquier momento: "tú me sigues, yo te sigo". Aquí, las conversaciones públicas son las más valoradas y sus amigos, conocidos o familiares las podrán ver. Apelar a esa lógica juvenil, en la que la privacidad en Twitter pasa a un tercer plano, le vendría bien a la figura pública. Él gana un posible votante; el joven, notoriedad ante sus pares.

Recordemos que la sociedad se "pantallizó" con los medios tradicionales. Se banalizó el mensaje a causa de la sobreinformación. A diferencia de la televisión, sin embargo, las redes sociales ponen al usuario en un modo activo. Su lectura e interpretación implican un estado mental atento gracias a la posibilidad de interacción. Las generaciones que crecieron junto con el auge de la televisión –grupo en el que se encuentran la mayoría de los políticos mexicanos– podrían utilizar esto a su favor.

Intentar aplicar una lógica tradicional de comunicación a este nuevo lenguaje de interacción resulta inútil. Los mensajes de propaganda que envían los políticos mexicanos a través de sus cuentas oficiales de Twitter son filtrados ipso facto y sólo provocan interferencia. Esa lógica tal vez funcione con el radio o la televisión, que a martillazos instala un discurso en un receptor pasivo, pero no en las redes sociales. Aquí, la palabra clave es la personalización, el reconocimiento del otro como individuo. Implica más trabajo por parte del interesado en ganar un voto, pero la recompensa es invaluable: se puede saber casi inmediatamente qué tanto incide una idea.

Cuando el político mantiene un diálogo con sus seguidores en Twitter, se vuelve alguien a quien se le puede delegar una responsabilidad. Al no hacerlo corre el riesgo de alienar a la gente a la cual quiere acercarse. Cuando el político usa un equipo de personas para tuitear en su nombre y simular un diálogo, incurre en "ventrilocuismo político".

El político no tiene opción más que interactuar continuamente con sus seguidores. De otra manera delega su responsabilidad de escuchar. Dado que las conversaciones que los políticos realizan en Twitter acaban siendo, cada vez con mayor regularidad, el mensaje que retoman los medios tradicionales para informar a la gente que no está en esta red social, su procuración se vuelve un tema central para cualquier figura pública. Aunque la autenticidad pueda parecer un término elástico, aquí se convierte en la moneda de valor más alto.

En esta red, si el político quiere conectarse con su electorado debe ir más allá de la construcción de puentes con el votante en potencia. Debe construir herramientas de identificación con ellos. De otra manera, corre el riesgo de repetir lo que pasó en la precampaña del demócrata Howard Dean en 2003, en la cual la gente satisfizo sus inquietudes políticas simplemente participando en la discusión vía su página (meetup.com), pero no hubo una movilización en el mundo real a su favor. Algo similar sucedió con el ex candidato presidencial colombiano Antanas Mockus, quien generó un enorme volumen de seguidores a su favor en las redes sociales. En esa campaña quedó constatado que una masa crítica favorable puede ganarse desde internet, pero Mockus perdió ante el hoy presidente Juan Manuel Santos.

Con las redes, el emisor mantiene mayor control de su mensaje, como lo demostró Barack Obama en 2008. El ahora presidente encuadró su mensaje en la esperanza, no en un debate racial. Saturó las redes con diálogo político y logró que su electorado se identificara con él.

El poder de Twitter radica en las microconexiones que ofrece para propagar un mensaje, no en acaparar cientos de miles de seguidores y dispararles un escopetazo propagandístico. Lo mismo aplica para Facebook. En las fragmentarias uniones se encuentra el capital para cerrar la brecha de identificación que requiere el político.

Está demostrado en Estados Unidos que las personas que usan las redes sociales tienen mayor probabilidad de ir a votar que aquellas que no las usan. Su capacidad para revivir el debate de la esfera pública depende de la riqueza del discurso que se les dé. En vista de la fuerza que adquieren las comunidades reticulares en las redes, es momento de que el político mexicano comience a arar su propio y nuevo camino digital.

El autor es director de CapitalSocial Investigaciones

Twitter: @EduPortas

domingo, 19 de febrero de 2012

Equipos 2012: pactos, cuotas y lealtades

Equipos 2012: pactos, cuotas y lealtades
Los tres principales aspirantes a la Presidencia alistan a sus ejércitos para la campaña
Por Carole Simonnet. Diario Reforma
Ciudad de México, México (19 febrero 2012)

Alrededor de Andrés Manuel López Obrador, Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota confluyen sus más allegados: aquellos colaboradores con los que han convivido diariamente desde hace años (décadas en algunos casos), y un bloque de cuadros que derivan de sus compromisos y alianzas con otras expresiones dentro y fuera de sus partidos: nombramientos que se inscriben en la lógica del reparto de cuotas y la operación cicatriz.

Cuando falta mes y medio para que arranque la campaña el próximo 30 de marzo, los contendientes han buscado de esta manera que sus grupos de trabajo no sólo les garanticen incondicionalidad sino que también les permitan superar las divisiones internas que generaron sus candidaturas.

López Obrador

"Háganlo ustedes", respondió Andrés Manuel López Obrador al jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, cuando éste propuso conformar un war room con la dirigencia del PRD y los "Chuchos" para definir la estrategia de campaña del 2012.

El 29 de noviembre pasado, en la sobremesa de un desayuno en el restaurante Cardenal del Hotel Hilton, el dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano y su antecesor Jesús Ortega fueron testigos del interés limitado del tabasqueño por incluir al partido y su corriente mayoritaria, Nueva Izquierda, en la toma de decisiones de su campaña, según relatan perredistas cercanos a estos personajes.

El virtual candidato del PRD-PT y Movimiento Ciudadano a la Presidencia tampoco accedió a empalmar la estructura de su Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) con la del PRD para cubrir todas las casillas el 1o. de julio y evitar repetir el error del 2006 cuando la coalición por el Bien de Todos estuvo lejos de vigilar la totalidad de ellas.

La anécdota sirve de referencia para entender la conformación del equipo del tabasqueño.

En éste prevalecen colaboradores leales, perredistas alejados del partido y colaboradores que trabajaron con López Obrador en el gobierno del Distrito Federal, en la campaña del 2006 y en el "Gobierno legítimo".

Entre sus incondicionales figuran su coordinador de prensa, César Yáñez, a su lado desde que era presidente del PRD entre 1996 y 1999; su coordinador de logística, Nicolás Mollinedo; el general Audomaro Martínez, responsable de su seguridad en la campaña del 2006, y el senador petista Ricardo Monreal, a quien confió la coordinación general del comité de campaña.

En el día a día de la campaña, López Obrador tiene cercanía con su ex secretario particular Alejandro Esquer, quien lo apoya en tareas de organización de mítines y reuniones con la estructura; Octavio Romero Oropeza, coordinador de Organización Ciudadana para el Cambio del Comité Ejecutivo de Morena; Claudia Sheinbaum, quien fue su secretaria de Medio Ambiente en el GDF, y el analista económico, Rogelio Ramírez de la O.

Aparte de ellos, el organigrama del proyecto presidencial de López Obrador tiene varios niveles de organización.

El pasado 6 de diciembre anunció un comité de campaña de seis coordinadores temáticos y representantes para las cinco circunscripciones del país. Incluyó en ese comité a los líderes reales del PT y Convergencia, Alberto Anaya y Dante Delgado; a los también petistas Ricardo Cantú y Jaime Cárdenas, e incluso invitó al líder del PRD, Jesús Zambrano, para la tercera circunscripción, pero este se negó e invitó finalmente a la senadora perredista Rosalinda Hernández.

Como parte de su compromiso con el jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, el tabasqueño solicitó a René Cervera, quien promovía la candidatura de Ebrard para el 2012, y a la ex directora del DIF-DF, Patricia Patiño, encargarse de las coordinaciones del Distrito Federal y del Estado de México.

Otro nivel de organización es el Comité Ejecutivo de Morena, que dio a conocer el pasado 2 de octubre, y en el que se mezclan algunos de sus más allegados con asesores externos. A varios de ellos los impulsa incluso como virtuales miembros de su gabinete en caso de ganar las elecciones.

Aunque no los ha incluido en su primer círculo, López Obrador ha consultado a algunos de estos expertos e intelectuales para modificar su imagen, suavizar el tono de sus discursos y dar contenido a su campaña en pos de una "República amorosa".

Se trata de Javier Jiménez Espriú, María Antonieta Laso López, René Drucker Colín; María Luisa Albores González, Genaro Góngora Pimentel, Silvia Valle Tépatl, Luis María Alcalde Luján, e incluso el actor Jorge Arvizu, El Tata .

"Mucha gente está detrás del concepto, hay un grupo de filósofos importantes, sociólogos, antropólogos, hasta de escritoras que han tenido que ver con eso. Alguien clave ha sido el antropólogo Héctor Díaz Polanco, también opinaron Laura Esquivel y Luis Villoro", asegura el coordinador territorial, Jaime Cárdenas.

No descarta tampoco la huella dejada por algunos expertos de Brasil. "Creo que hay cierta influencia, desconozco si Frei Betto, el asesor de Lula, haya tenido algún acercamiento con Andrés o con gente de él. Creo que sí hay algún tipo de influencia de este tipo", señala.

A diferencia del PRI, López Obrador no tiene un búnker desde donde dirija la campaña. Se reúne esporádicamente en las oficinas del Gobierno legítimo en la colonia Roma, y su equipo de campaña lo hace en el despacho de Monreal, ubicado en la calle de General Prim.

López Obrador recibe un informe de Monreal y, cuando lo requiere, se comunica telefónicamente con cada uno para encargar tareas y expresar inquietudes.

En busca de apoyos a su campaña, el candidato perredista concretó también el pasado 7 de febrero una operación cicatriz con el cardenismo tras cinco años de distanciamiento.

En un salón del Hotel Hilton, atiborrado por personalidades de izquierda, logró que Cuauhtémoc Cárdenas le alzara el brazo. Pero hasta el momento, ni Cárdenas ni su hijo Lázaro o algún otro colaborador del ingeniero se han incorporado al equipo del tabasqueño.


Peña Nieto

Candidato indiscutible en el PRI, Enrique Peña Nieto tuvo que renunciar a su intención de armar un equipo compuesto exclusivamente con los cuadros con los que ha operado desde su mandato en Toluca.

La caída del ex dirigente del PRI Humberto Moreira, más la pugna por las candidaturas al Senado y a la Cámara de Diputados en los estados, obligaron al ex gobernador mexiquense a repartir cuotas y sellar compromisos con la integración de un comité de campaña variopinto.

Entre los 17 nombramientos en el comité que anunció el 11 de enero pasado, destaca la inclusión de dos vicecoordinadores cercanos al senador Manlio Fabio Beltrones (su ex rival en la lucha por la candidatura tricolor), y a la precandidata al GDF, Beatriz Paredes: Felipe Solís Acero y Jorge Carlos Ramírez Marín, respectivamente. Quedaron en el organigrama justo abajo del coordinador general y hombre de más confianza del candidato: Luis Videgaray.

El término de cuotas disgusta a Videgaray. El ex secretario de Finanzas de Peña Nieto prefiere hablar de "talentos" con amplia trayectoria en el partido y conocimiento de la materia jurídica-electoral.

"En diciembre simplemente no había equipo de campaña, yo fui nombrado coordinador general el 17 de diciembre; posteriormente, en enero, se dio a conocer la primera parte del equipo", justifica.

Con los ajustes Peña Nieto hizo un guiño a otras expresiones del partido y entregó premios de consolación a priistas que fracasaron en ser postulados a cargos de elección popular.

Es el caso de al menos cuatro integrantes del comité: el yucateco Ramírez Marín, la jalisciense María Esther Sherman, el tamaulipeco Baltazar Hinojosa y el oaxaqueño Héctor Ramírez Puga, que por distintos motivos se quedaron con ganas de ser candidatos a una gubernatura o al Senado.

Los tres últimos se desempeñan respectivamente como coordinador de la primera circunscripción, coordinadora de evaluación de la campaña y coordinador de la quinta circunscripción.

Aunque cedió espacios a otras expresiones, Peña Nieto también pudo aprovechar la salida de Moreira para colocar en posiciones estratégicas del CEN del PRI a allegados suyos: el ex gobernador hidalguense, Miguel Osorio Chong, como secretario de Organización; su ex secretario de Finanzas en el Estado de México, Luis Vega Aguilar, como secretario de Administración; su ex secretario del Trabajo, Ricardo Aguilar, como secretario para la región noreste, y su amigo Benito Neme, como coordinador jurídico.

Alguien que ha adquirido un papel protagónico en el equipo peñista es el ex diputado federal y actual líder de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), Emilio Gamboa.

En el día a día, según priistas consultados, Peña Nieto se hace acompañar por Videgaray y otros hombres de su total confianza: su secretario particular Erwin Lino; su coordinador de comunicación social, David López, y su coordinador de giras, Héctor Velasco, quien fue su secretario particular.

La imagen del candidato y la realización de spots quedaron a cargo de Aurelio Nuño, ex coordinador de asesores de Videgaray en la Cámara baja, en coordinación con priistas e integrantes del partido Verde Ecologista de México cercanos a las televisoras.

Del área de redes sociales se hace cargo la ex directora comercial de Televisa Interactive Media, Alejandra Lagunes.

En las oficinas del CEN –remodeladas para la campaña– sostienen sus reuniones los diferentes grupos del equipo: jurídico, opinión pública, electoral, campaña permanente y evaluación de la campaña.

Cada 15 días se reúnen los integrantes del comité plenario.

Vázquez Mota

Apenas fue electa candidata presidencial del PAN, el pasado 5 de febrero, Josefina Vázquez Mota empezó a ofrecer cargos en su equipo para operar la reunificación del partido.

El martes 7 fue recibida en Los Pinos por el presidente Felipe Calderón, y el miércoles desayunó con Ernesto Cordero y se tomó un café con Santiago Creel. Unos días después, se anunció que sus ex rivales se integrarían a su equipo.

La ex secretaria de Desarrollo Social arrancó así lo que llamó la "Semana de Unidad", para sanar las heridas que surgieron durante una contienda interna empañada por acusaciones de compra de votos y en la que Cordero cuestionó seriamente su capacidad como funcionaria pública.

En el marco de la gira de agradecimientos que realizó entre el jueves 9 y el miércoles 15 de febrero, sumó también a otro herido de las contiendas internas de su partido: el ex precandidato a la gubernatura de Guanajuato y ex secretario de Salud, José Ángel Córdova.

Su estrategia de acercamientos incluyó también reuniones con mandatarios estatales que en su mayoría apoyaron al ex secretario de Hacienda.

Pese al reparto de cuotas, Vázquez Mota prevé seguir concentrando la toma de decisiones en su war room .

Coordinado por Roberto Gil el equipo compacto alrededor de Josefina reúne a algunos de sus colaboradores más leales, como Daniel Hernández, quien fue su jefe de asesores en las Secretarías de Desarrollo Social y de Educación; Herminio Rebollo, ex vocero de Carlos Abascal; Roberto Lomelí, su secretario particular y el ex subsecretario de Gobernación, Juan Marcos Gutiérrez.

A mediados de esta semana, el equipo será reorganizado con la incorporación de nuevos elementos: Miguel Szekely, quien fue su subsecretario de Educación Medio Superior en la SEP, será coordinador de Políticas Públicas; Cordero, jefe del equipo económico; Creel, consejero político y de seguridad; Córdova, consejero en salud.

Otros colaboradores de su grupo compacto son los diputados que la respaldaron plenamente durante el tiempo que coordinó el grupo parlamentario en la LXI Legislatura: el ex priista Diódoro Carrasco; el mexiquense Carlos Pérez Cuevas; el ex secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, así como Leoncio Morán, Dolores del Río y Agustín Torres.

Aparte del cuarto de guerra, que técnicamente es coordinado por el ex subsecretario de Turismo Ricardo Anaya, la panista incorporó a operadores electorales, asesores en imagen y amigos personales.

En la construcción de su imagen y mensaje, trabajan el ex director del Canal 11, Julio Di Bella; el ex vicepresidente de MVS comunicaciones, Eduardo Sastré de la Riva y el consultor político de origen español, Antonio Sola.

Vázquez Mota encargó la recaudación de los fondos para la campaña a Gastón Pavlovich –suplente de Dolores del Río en la Cámara de Diputados– y su ex oficial mayor en la SEP, Julio Castellanos. En esa área también colabora el hermano de la candidata, Luis Vázquez Mota.

La virtual candidata se respaldó, desde hace meses, en dos figuras del PAN que también la asesoran: los ex gobernadores Ernesto Ruffo y Carlos Medina Plascencia, con quienes tiene una relación de amistad. El primero coordina las redes ciudadanas mientras que el segundo trabaja en la plataforma de la candidata.

En tanto, el ex secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo, promueve las alianzas de la candidata afuera del partido.

En su precampaña, Josefina confió la operación electoral a cuadros panistas medianos, como el polémico ex secretario general adjunto del CEN del PAN, Jorge Manzanera, quien despacha desde la casa de la calle Sacramento en la Colonia Del Valle, famosa por haber sido la casa de campaña de Vicente Fox y Felipe Calderón.

Este inmueble es uno de los tres lugares que el abogado Enrique Burgos puso a disposición de la candidata: en la calle Providencia, también en la colonia del Valle, hay otra estructura de colaboradores, y en una oficina de Reforma 607 es donde se reúne cotidianamente el war room .