Hugo Avendano
Escritor advenedizo, lector de tiempo discontinuo; futbolista y corredor de afición pero educador de tiempo completo por vocación. Con la firme intención de completar algún día un maratón. Consumidor y exigente del buen café. Gozoso de disfrutar de las simplezas de la vida. Tecnólogo autodidácta. Fan del Cruz Azul en México, del Barcelona en España y del Manchester United en Inglaterra. Integrante del Club de Corredores Nike+.
Me apasiona crear, innovar y transformar.
Amo a México
Upstart writer, reader time discontinuous . hobby player andrunner but full-time educator by vocation. With the firmintention of completing a marathon someday. Demandingconsumer and good coffee. Joyful to enjoy the simplicitiesof life. Joyful to enjoy the simplicities of life. Technologist autodidact. Cruz Azul and Pachuca Fan in Mexico. Barcelona in Spain. Member Runners Club Global Nike +
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I love Mexico
Pensar y hacer. Ora et labora.
sábado, 7 de febrero de 2009
Claroscuros
Por Hugo A. Avendaño C.
Hace unos días me enviaron una historieta que encerraba una interesante moraleja sobre lo subjetivo que podemos llegar a ser los seres humanos y las consecuencias negativas que esto puede provocar en el entorno.
De manera resumida reproduciré a continuación las partes sustánciales de ella:
“Al acercarse el fin de año, una tribu india se reunió en torno a su jefe para consultarle las condiciones del invierno que se acercaba. Era tradición que el jefe de la tribu contara con estas habilidades a fin de orientar a su pueblo para que tomara las previsiones y enfrentar las condiciones climáticas de la mejor manera.
El jefe indio que pertenecía una generación moderna y se había formado en colegios urbanos, poco tenía de experiencia en eso de pronosticar el clima. Por ello pidió tiempo a su tribu para consultar a la naturaleza pero en vez de ello tomó su teléfono celular y se comunicó al Servicio Nacional de Meteorología para preguntar sobre el pronóstico del clima para el invierno que se aproximaba.
Como era de esperarse, le contestaron que las condiciones del clima serían las propias de cualquier invierno, frío con posibilidades de nieve.
El jefe indio convocó a su tribu y les hizo saber las condiciones futuras. Ante la pregunta de su gente sobre que les recomendaba, al jefe indio se le ocurrió aconsejarles juntar leña, mucha leña.
Una semana después el jefe inquieto por la gran actividad de su tribu para juntar leña, decidió una vez comunicarse con el servicio de meteorología. Y esta vez le informaron con más énfasis que el invierno se recrudecería por lo que se esperaba un clima frío, muy frío.
Volvió con su tribu y les hizo saber el pronóstico, por lo que la tribu redobló esfuerzos para no pasar frío en lo que parecía ser uno de los periodos invernales más crudos de los que se tuviera memoria.
Unos días después el jefe tribu quiso consultar las condiciones meterológicas a detalle por lo se comunicó con los expertos en pronósticos para preguntar los grados centígrados a que estarían, el nivel de nieve que caería, en fin, todos aquellos detalles de utilidad para su tribu. Por respuesta recibió alarmados consejos de seguridad que le proponían ser extremadamente cuidados con las previsiones climáticas.
Inquieto, el jefe de la tribu le cuestionó al técnico que como era posible que pudieran tener tanta información a detalle. – Es fácil- le contestaron – solo es cuestión de observar la conducta de las tribus indias, y si viera, andan como locos recogiendo leña lo que presagia un invierno terrible”.
Hoy nos enteramos que gran parte de la crisis económica mundial la provocó el comportamiento errático de aquellos inversionistas estadounidenses que alarmados ante lo que parecía una recesión empezaron una cadena interminable de decisiones catastrofistas ante la mirada irresponsable de un gobierno que estaba más concentrado en como entregar la administración al Sr. Obama.
Entiendo a Felipe Calderón cuando desde Suiza fija la postura de México como una nación que busca no acrecentar el espíritu pesimista presentando a nuestra país como un territorio en donde si bien la estamos pasando difícil, hay condiciones para iniciar proyectos de inversión.
Creo firmemente en que también nos toca responder con trabajo, creatividad y entusiasmo a todos aquellos tipos terrenales que sin darnos cuenta también podemos desencadenar “una recolección inútil de leña” que acabará descomponiendo nuestro entorno. Esta crisis también pasará. Lo que tenemos que decidir es como queremos pasarla.
Termino: Me decía un amigo jarocho “Cuando llegas a tener y lo llegas a perder, loco te quieres volver”. Las limitaciones nos llevan a cambio de hábitos. Si no somos capaces de abandonar los viejos hábitos para vivir nuevas realidades estamos perdidos. Persuado: ¿Que vamos a mejorar hoy? (Ora et labora).
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